Hola.
Gracias
por visitar mi blog de nuevo.
Hoy te dejo la última parte de la
historia que dimos inicio en la entrada anterior. Verás cómo un hijo mal agradecido obtiene una
segunda oportunidad en la vida, pero no sin antes pasar por una dura prueba, la
que lo marcaría para siempre...
Comencemos…
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El enigmático sobre y su contenido
De repente, como
un destello de luz, vino a su mente aquel sobre que su padre le había dejado, con
la instrucción precisa de abrirlo únicamente en momentos de gran desesperación,
y, pensó, ¡este es el mejor momento para hacerlo!,
pues más desesperado no podría yo estar.
Apresuró sus
pasos hacia la cabaña donde se hallaba hospedado e irrumpió de forma abrupta en
el lugar, casi tumbando la puerta en el acto. Se dirigió hacia su habitación, hurgó en un cajón
y de inmediato lo encontró, ¡Ahí estaba el misterioso sobre!, justo en el lugar
donde lo había dejado guardado años atrás.
Tomó una fuerte bocanada de aire y procedió a abrirlo. Lo que encontró en su interior fue una carta
escrita del puño y letra de su padre, que decía lo siguiente:
Querido hijo,
Sabes que te
amé demasiado, y traté de darte lo mejor que pude. Aunque nunca valoraste mis consejos aun así seguí
creyendo en ti, pues en el fondo de mi corazón albergaba la esperanza que algún
día cambiarías, pero de pronto tuve partir y no pude ver cumplido ese sueño
anhelado.
Si estás
leyendo esto es porque debes estar muy desesperado. Me imagino todo el caos que
has creado con tus tontas acciones, y, los serios líos en que probablemente estás
metido; con la variante que ahora ya no hay nadie que solucione las cosas por
ti, como yo solía hacerlo.
En este punto has
de estar en la total ruina. Estaba
seguro de que eso iba a pasar. Que
terminarías perdiendo todo el patrimonio que te había dejado. Pero, ¿Por
qué no llamas a tus amigos para que vengan en tu auxilio? ¡Aahhhh, ya no
contestan tus llamadas!, ¿curioso no? ahora que eres pobre no les agradas tanto como antes. No te
preocupes, así son las personas interesadas, solo te buscan cuando necesitan algo
de ti.
Por un momento
quizá llegaste a pensar que en esta carta encontrarías una resolución práctica
a los serios problemas que hoy enfrentas, y lo único con que te topas es con mi
retórica despiadada; sin embargo todo tiene solución y yo voy a dártela.
Como sabía que
ibas a terminar así, me tomé la libertad de montar algo especial para ti pero,
antes de seguir leyendo, necesito que vayas al viejo granero que se encuentra
en el extremo norte de la propiedad, ¡hazlo
ahora! De inmediato se encaminó
hacia el destino señalado y, en cuanto arribó, continuó con la lectura de la
carta:
Desafiando
a la muerte
Ahora que ya
estás en el lugar, quiero que te adentres en la edificación hasta llegar al
fondo de la misma. El joven de inmediato
comenzó a avanzar, abriéndose paso entre montones de cajas, tablas y renglones
de madera viejos, tropezando con cada cosa que encontraba en su camino
Había costales
con grano dispersos por todo el piso, la mayoría estaban rotos gracias a las hordas
de ratas que se habían apropiado del recinto, y que hacían de todo aquello su
festín predilecto. Aquel espacio era
todo un desorden. Se notaba que hace
mucho nadie entraba ahí, pero el muchacho siguió avanzando hasta el final.
La carta
continuaba diciendo: Tapado bajo una gran manta roja hallarás un patíbulo que te
mandé fabricar. Este es el último
recurso que te queda dadas tus actuales circunstancias. Ahora debes ser fuerte hijo mío y cumple con
tu destino. ¡Que Dios tenga misericordia
de tu alma! Así finalizaba aquella penosa carta,
acompañada solamente de la rúbrica de su padre en el pie de página.
Nuestro amigo
encontró todo tal y como rezaba en el escrito.
Tomó un extremo de la manta roja y tiró con fuerza, descubriendo así un
gran armatoste construido en madera, del que colgaba una cuerda con una soga en
el extremo. De inmediato cayó de
rodillas y empezó a llorar como un niño, ya que sintió mucho dolor al enterarse
en qué consistía el último regalo que le dejaba su padre, pero reconocía que él
mismo se había puesto en esa situación.
Permaneció en
el piso por varios minutos, luego se armó de valor y subió al patíbulo. Parado ya sobre la plataforma de madera
procedió a colocar la soga alrededor de su cuello, y exhalando un fuerte
suspiro, sin dudarlo más, haló de una palanca situada a su derecha. De inmediato se accionó un mecanismo que
abrió una compuerta bajo sus pies, precipitando así su cuerpo en el vacío, pero
en el momento justo en que la cuerda alcanzó su mayor tención, se escuchó un
crujido estremecedor, seguido por un desconsolado alarido y un fuerte pujido,
quedando toda la escena cubierta por una densa nube de polvo.
Conforme la
nube de polvo comenzó a disiparse, se podía notar la silueta de nuestro amigo yaciendo bajo la
plataforma. ¿Qué había sucedido?, ¿acaso no debería estar su cuerpo suspendido
en el aíre, colgando por el cuello? Sin
embargo ahí estaba, ¡sano y salvo!
Se sentía un
poco aturdido por el golpe que sufrió al caer, pero eso no le impidió sentarse
y quitar la soga de su cuello. Cuando se
puso de pie comenzó a sacudir sus ropas.
¿Qué sucedió?, decía para sus
adentros, ¿acaso algo había salido mal
respecto al plan de su padre? Salió del espacio donde se encontraba y
comenzó a examinar la escena. Lo primero
que observó es que había una viga de madera partida en dos secciones. ¡Eso fue
lo que pasó!, exclamo en voz alta, esa viga no pudo soportar mi peso.
¡Había llegado su última oportunidad!
Comenzó a
examinar las cosas con más detenimiento, y lo primero que notó es que la viga
era totalmente hueca. Echó un vistazo dentro
del hueco y advirtió que había algo alojado dentro. Introduciendo su brazo hasta la axila logró palpar
dos objetos, los que extrajo de inmediato.
Eran una curiosa bolsita de terciopelo azul y una hoja de papel
enrollada, las que habían permanecido muy bien conservadas en aquel espacio. Desenrolló primero la hoja de papel. Se sorprendió al ver que era otro texto escrito
por su padre, que decía lo siguiente:
Amado hijo,
espero no haberte asustado demasiado con mi regalo anterior, pero era necesario
hacerte pasar por todo esto para hacerte cambiar. Tratar de quitarte la vida fue la decisión
más estúpida que pudiste tomar, ¡Ojalá sea la última vez que lo intentas!
Como te
pudiste dar cuenta planifiqué todo de tal manera que no sufrieras daño alguno;
esos carpinteros sí que siguieron todas
mis instrucciones cuando elaboraron tu patíbulo, ¡jajajaja!, perdón por eso hijo querido.
Ahora abre la
bolsita de terciopelo y en ella encontrarás tu salvación, tu segunda y última
oportunidad en la vida. Toma lo que está
en su interior y esta vez dale buen uso, ¡nos
vemos en la eternidad hijo querido!
El joven sollozaba
cuando terminó de leer el texto, mientras que sostenía con fuerza aquella
bolsita en su mano izquierda. Buscó un
lugar cómodo para sentarse y se dispuso a abrirla. En su interior encontró
diversas clases de joyas: zafiros, rubíes, perlas y diamantes, los que hacían
una inmensa fortuna, suficiente como para pagar las deudas y para comenzar de
nuevo.
Guardó todo de
nuevo y apretó la bolsita contra su
pecho, agradeciendo a Dios por estar vivo y a su amado padre por aquel
inapreciable regalo. Aquel día cambió su
vida para siempre, jamás volvería a ser el mismo de antes.
Palabras
del autor del blog.
Así terminó
esta emotiva historia, que nos deja un mensaje muy claro: Se debe trabajar duro
para merecer las cosas, porque lo que fácil nos viene, fácil se va.
ALGO MÁS: Aunque
la idea original de esta historia no es de mi autoría, te aseguro que puse todo
el corazón para darle mi toque personal a la narrativa, con el único fin de
agradarte y que saques el mayor provecho posible.
Bendiciones.
Nos vemos en la próxima
entrada…