martes, 7 de noviembre de 2017



Hola. 
Gracias por visitar mi blog de nuevo.

Hoy te dejo la última parte de la historia que dimos inicio en la entrada anterior.  Verás cómo un hijo mal agradecido obtiene una segunda oportunidad en la vida, pero no sin antes pasar por una dura prueba, la que lo marcaría para siempre...


Comencemos…







El enigmático sobre y su contenido

De repente, como un destello de luz, vino a su mente aquel sobre que su padre le había dejado, con la instrucción precisa de abrirlo únicamente en momentos de gran desesperación, y, pensó, ¡este es el mejor momento para hacerlo!, pues más desesperado no podría yo estar. 

Apresuró sus pasos hacia la cabaña donde se hallaba hospedado e irrumpió de forma abrupta en el lugar, casi tumbando la puerta en el acto.  Se dirigió hacia su habitación, hurgó en un cajón y de inmediato lo encontró, ¡Ahí estaba el misterioso sobre!, justo en el lugar donde lo había dejado guardado años atrás.  Tomó una fuerte bocanada de aire y procedió a abrirlo.  Lo que encontró en su interior fue una carta escrita del puño y letra de su padre, que decía lo siguiente:

Querido hijo,

Sabes que te amé demasiado, y traté de darte lo mejor que pude.  Aunque nunca valoraste mis consejos aun así seguí creyendo en ti, pues en el fondo de mi corazón albergaba la esperanza que algún día cambiarías, pero de pronto tuve partir y no pude ver cumplido ese sueño anhelado.

Si estás leyendo esto es porque debes estar muy desesperado. Me imagino todo el caos que has creado con tus tontas acciones, y, los serios líos en que probablemente estás metido; con la variante que ahora ya no hay nadie que solucione las cosas por ti, como yo solía hacerlo. 

En este punto has de estar en la total ruina.  Estaba seguro de que eso iba a pasar.  Que terminarías perdiendo todo el patrimonio que te había dejado.  Pero, ¿Por qué no llamas a tus amigos para que vengan en tu auxilio? ¡Aahhhh, ya no contestan tus llamadas!, ¿curioso no? ahora que eres pobre  no les agradas tanto como antes. No te preocupes, así son las personas interesadas, solo te buscan cuando necesitan algo de ti.

Por un momento quizá llegaste a pensar que en esta carta encontrarías una resolución práctica a los serios problemas que hoy enfrentas, y lo único con que te topas es con mi retórica despiadada; sin embargo todo tiene solución y yo voy a dártela.

Como sabía que ibas a terminar así, me tomé la libertad de montar algo especial para ti pero, antes de seguir leyendo, necesito que vayas al viejo granero que se encuentra en el extremo norte de la propiedad, ¡hazlo ahora!  De inmediato se encaminó hacia el destino señalado y, en cuanto arribó, continuó con la lectura de la carta:

Desafiando a la muerte

Ahora que ya estás en el lugar, quiero que te adentres en la edificación hasta llegar al fondo de la misma.  El joven de inmediato comenzó a avanzar, abriéndose paso entre montones de cajas, tablas y renglones de madera viejos, tropezando con cada cosa que encontraba en su camino

Había costales con grano dispersos por todo el piso, la mayoría estaban rotos gracias a las hordas de ratas que se habían apropiado del recinto, y que hacían de todo aquello su festín predilecto.   Aquel espacio era todo un desorden.  Se notaba que hace mucho nadie entraba ahí, pero el muchacho siguió avanzando hasta el final. 

La carta continuaba diciendo: Tapado bajo una gran manta roja hallarás un patíbulo que te mandé fabricar.  Este es el último recurso que te queda dadas tus actuales circunstancias.  Ahora debes ser fuerte hijo mío y cumple con tu destino. ¡Que Dios tenga misericordia de tu alma!   Así finalizaba aquella penosa carta, acompañada solamente de la rúbrica de su padre en el pie de página.

Nuestro amigo encontró todo tal y como rezaba en el escrito.  Tomó un extremo de la manta roja y tiró con fuerza, descubriendo así un gran armatoste construido en madera, del que colgaba una cuerda con una soga en el extremo.  De inmediato cayó de rodillas y empezó a llorar como un niño, ya que sintió mucho dolor al enterarse en qué consistía el último regalo que le dejaba su padre, pero reconocía que él mismo se había puesto en esa situación.

Permaneció en el piso por varios minutos,  luego  se armó de valor y subió al patíbulo.  Parado ya sobre la plataforma de madera procedió a colocar la soga alrededor de su cuello, y exhalando un fuerte suspiro, sin dudarlo más, haló de una palanca situada a su derecha.  De inmediato se accionó un mecanismo que abrió una compuerta bajo sus pies, precipitando así su cuerpo en el vacío, pero en el momento justo en que la cuerda alcanzó su mayor tención, se escuchó un crujido estremecedor, seguido por un desconsolado alarido y un fuerte pujido, quedando toda la escena cubierta por una densa nube de polvo.

Conforme la nube de polvo comenzó a disiparse, se podía notar  la silueta de nuestro amigo yaciendo bajo la plataforma. ¿Qué había sucedido?, ¿acaso no debería estar su cuerpo suspendido en el aíre, colgando por el cuello?  Sin embargo ahí estaba,  ¡sano y salvo! 

Se sentía un poco aturdido por el golpe que sufrió al caer, pero eso no le impidió sentarse y quitar la soga de su cuello.  Cuando se puso de pie comenzó a sacudir sus ropas.  ¿Qué sucedió?, decía para sus adentros, ¿acaso algo había salido mal respecto al plan de su padre? Salió del espacio donde se encontraba y comenzó a examinar la escena.  Lo primero que observó es que había una viga de madera partida en dos secciones. ¡Eso fue lo que pasó!, exclamo en voz alta, esa viga  no pudo soportar mi peso.

  
¡Había llegado su última oportunidad!

Comenzó a examinar las cosas con más detenimiento, y lo primero que notó es que la viga era totalmente hueca.  Echó un vistazo dentro del hueco y advirtió que había algo alojado dentro.  Introduciendo su brazo hasta la axila logró palpar dos objetos, los que extrajo de inmediato.  Eran una curiosa bolsita de terciopelo azul y una hoja de papel enrollada, las que habían permanecido muy bien conservadas en aquel espacio.  Desenrolló primero la hoja de papel.  Se sorprendió al ver que era otro texto escrito por su padre, que decía lo siguiente:

Amado hijo, espero no haberte asustado demasiado con mi regalo anterior, pero era necesario hacerte pasar por todo esto para hacerte cambiar.  Tratar de quitarte la vida fue la decisión más estúpida que pudiste tomar, ¡Ojalá sea la última vez que lo intentas!  

Como te pudiste dar cuenta planifiqué todo de tal manera que no sufrieras daño alguno; esos carpinteros sí que siguieron  todas mis instrucciones cuando elaboraron tu patíbulo, ¡jajajaja!, perdón por eso hijo querido.

Ahora abre la bolsita de terciopelo y en ella encontrarás tu salvación, tu segunda y última oportunidad en la vida.  Toma lo que está en su interior y esta vez dale buen uso, ¡nos vemos en la eternidad hijo querido!

El joven sollozaba cuando terminó de leer el texto, mientras que sostenía con fuerza aquella bolsita en su mano izquierda.  Buscó un lugar cómodo para sentarse y se dispuso a abrirla. En su interior encontró diversas clases de joyas: zafiros, rubíes, perlas y diamantes, los que hacían una inmensa fortuna, suficiente como para pagar las deudas y para comenzar de nuevo.  

Guardó todo de nuevo y apretó la bolsita  contra su pecho, agradeciendo a Dios por estar vivo y a su amado padre por aquel inapreciable regalo.  Aquel día cambió su vida para siempre, jamás volvería a ser el mismo de antes.


Palabras del autor del blog.

Así terminó esta emotiva historia, que nos deja un mensaje muy claro: Se debe trabajar duro para merecer las cosas, porque lo que fácil nos viene, fácil se va. 

ALGO MÁS: Aunque la idea original de esta historia no es de mi autoría, te aseguro que puse todo el corazón para darle mi toque personal a la narrativa, con el único fin de agradarte y que saques el mayor provecho posible.

Bendiciones.

Nos vemos en la próxima entrada…


viernes, 27 de octubre de 2017


Hola. 
Bienvenido a mi blog.

En los párrafos siguientes veremos como un amoroso padre fue capaz de velar por el bienestar de su hijo, empero de su reprochable conducta, hasta después de su muerte, dándole una última oportunidad para  corregir su destino a través de una lección maravillosa que aquel jamás olvidaría. 

Acompáñame y aprendamos de esta aleccionadora historia…


Comencemos…

  
¡Que no pare la fiesta!



Hace algún tiempo existió un hombre acaudalado, quien había amasado su fortuna gracias a su audacia y dedicación en los negocios.  Tenía un hijo que rondaba los treinta años de edad, a quien amaba con todo su corazón.  Le había dado de todo: viajes exóticos, automóviles, estudios en las más prestigiosas universidades y muchos otros lujos.

Este muchacho nació sentado en una mina de oro, pues las empresas de su padre generaban millones y él era el único heredero de toda aquella fortuna.  Según él ya no había de qué preocuparse por el resto de su vida, esforzarse por algo era una reverenda tontería pues “todo lo tenía todo resuelto”; lo único que importaba era divertirse con los amigos y dejarse llevar por el momento.

Pasaron los años y cada vez se fue hundiendo más en los vicios y placeres del mundo, sin importarle para nada su profesión o el negocio familiar.  Su padre sufría mucho al verlo en tales circunstancias y trató de rescatarlo de esa vida en repetidas ocasiones, sin éxito, pero, a pesar de lo frustrado y furioso que pudiera sentirse, como lo amaba tanto, seguiría pagando por su profuso estilo de vida hasta el último día de su vida.

  
¡Abrir solo en momentos de gran desesperación!



Al cabo del tiempo el padre enfermó de gravedad, los médicos  le daban unos pocos meses de vida y le recomendaron que se retirara a descansar en un lugar alejado del estrés y de las preocupaciones.

Pasó sus últimos días en una vieja granja que había heredado de su padre.  Aquel lugar le traía muchos recuerdos de la infancia y se sentía muy a gusto ahí, a pesar de lo duro que era sobrellevar aquella dolorosa enfermedad.

El día que partió de este mundo dejó en manos de su abogado de confianza la responsabilidad de pasar toda su fortuna a nombre de su amado hijo, tarea que éste realizó sin vacilar, tal y como mandaba su último testamento.  Pero había algo más importante que todo aquel cúmulo de papeles que contenían aquella abundante riqueza, era un sobre lacrado que aquel desahuciado había encargado para ser entregado a su hijo después de su muerte, en el que había una inscripción que rezaba “abrir solo en momentos de gran desesperación”.

El hijo recibió el sobre de manos del abogado y, obedeció al pie de la letra lo que la enigmática leyenda le mandaba, lo dejó guardado en un lugar seguro sin abrirlo, respetando así esa rara y última voluntad de su padre.  Desde ese día quedó empoderado del imperio de negocios que su padre había forjado, ahora solo de él dependía el destino de todo aquello…


Tomando
Control absoluto

Familiares, amigos, políticos influyentes e importantes hombres de negocios hicieron parte de la concurrencia en el funeral, pues la trayectoria de aquel hombre había sido por demás admirable y digna de imitación.  Pero en el ambiente flotaba la incertidumbre de qué pasaría ahora con sus empresas ¿sería su hijo capaz de tomar las riendas y hacerlas prosperar?

El muchacho quedó muy afectado por la partida de su progenitor.  Aunque tuvieron bastantes desavenencias en el pasado él le amaba mucho como para no sentir dolor, y remordimiento por no haber llenado las expectativas de aquel gran hombre, pero la suerte ya estaba echada y no había forma alguna de revertir la situación.

Por algún tiempo intentó hacerse cargo de la organización que había heredado, pero el ánimo le duró muy poco y terminó por dejar todo en manos de “amigos de confianza” que había colocado en puestos claves para que le ayudaran, quienes no tenían ninguna experiencia en administración de negocios, por lo que el fracaso era inminente.

Él se dedicó a la única tarea que sabía realizar mejor: derrochar el dinero con sus amigos, dándose junto con ellos una vida de lujos y de todos los excesos posibles;  Europa, las islas del caribe, Dubái, eran solo algunos de los destinos que frecuentaban, y todos los gastos corrían por su cuenta, además, luego del deceso de su padre, los parientes empezaron a aparecer por todos lados, solicitándole préstamos que jamás pretendieron pagar, lo que también contribuiría a erosionar sus finanzas.


Si fracasaste ¡Ahora debes pagar!



La situación fue de mal en peor, sus empresas ya no estaban generando ingresos suficientes a causa del descuido y el desorden imperante.  Las deudas seguían creciendo a un ritmo constante y no se avizoraba forma alguna de darles cumplimiento, y fue entonces cuando tomó la decisión de vender la mayoría  de sus activos en un trato nada ventajoso para él, pero al menos podría cubrir con eso en buena parte las obligaciones contraídas; prácticamente tuvo que decidir entre pagar deuda o ir directo a la cárcel.

Había tocado fondo, ¡estaba en la total ruina!  Los amigos con los que compartió por tantos años desaparecieron mágicamente, lo mismo que los parientes a quienes les había prestado dinero.  Todos le dieron la espalda cuando más les necesitaba.

El único bien que no se atrevió a vender fue la vieja granja adonde su padre pasó sus últimos días, así que de inmediato se mudó a vivir ahí.  Luego de algunos días de encierro, lágrimas y mucha reflexión, entendió que él había sido el único culpable de todas sus desgracias; era la primera vez que reconocía el gran error que había sido toda su vida.

Estaba desesperado, su vida de lujos y placeres ahora se había convertido en un infierno despiadado que no daba tregua, con acreedores que le acosaban constantemente y que proferían una serie de amenazas que le quitaban el hambre y el sueño. 


Continúa en la siguiente entrada…

viernes, 1 de septiembre de 2017



Hola Amigos.

Aquí estoy de nuevo con ustedes para traerles material relativo a la consecución del éxito, en la búsqueda de nuestra realización personal y bienestar.

Quiero compartir al final de este artículo unos cuantos párrafos del libro de Joseph Murphy “El miedo y Las Preocupaciones”.  Me llamó mucho la atención el título y lo adquirí sin dilación, porque en el camino del emprendedor siempre habrá altibajos que tendrá que sortear, es ahí donde este tipo de lectura viene en su rescate.

Recomiendo ampliamente este libro, su contenido práctico con un enfoque espiritual hace que sea una panacea para vencer el miedo y la preocupación crónica de la que a veces, y sin ningún fundamento, somos presa. Pero antes de entrar de lleno con el extracto que he sacado de este maravilloso libro, vamos a ejemplificar con una breve historia los peligros a los que estamos expuestos a causa de las preocupaciones excesivas.

Comencemos…



¡Su Mente Casi lo Mata!



Hace un mes aproximadamente un amigo muy cercano sufrió dos ataques cardíacos simultáneos.  Los médicos le dijeron que, dada la gravedad de su caso particular, era un milagro que aún se encontrara entre nosotros. 

Cuando le pregunté cuál había sido el diagnóstico en cuanto a la causa de esa peligrosa condición, me dijo que no se encontró evidencia contundente que respalde algún desorden   físico, pues todos sus niveles en cuanto a triglicéridos, colesterol, etc., se encontraban dentro de los parámetros normales.  

¿Entonces cuál crees que ha sido la causa? Le pregunté, de inmediato me confesó que los últimos meses había estado trabajando demasiado, excediendo así sus límites.  Esto aunado a problemas familiares y circunstancias negativas en el desempeño de sus negocios elevó sus niveles de estrés al punto de casi provocarle la muerte; un precio demasiado alto que no deberíamos estar dispuestos a pagar.

Mi amigo dice que ahora se lo va tomar todo con más calma, que ya no se excederá en la cantidad de horas de trabajo que dedica a sus negocios; “pensé que podía trabajar sin descanso”, me dijo, ¡como una máquina!, ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba.

Esta historia se repite todos los días en el ajetreado mundo en  que vivimos, donde hemos perdido el norte con respecto  a lo que realmente es importante.  Descuidamos nuestra salud por adquirir cosas materiales y, cuando por fin las tenemos, surge la necesidad de dejarlas atrás para recuperar la salud que perdimos como consecuencia del enorme sacrificio realizado para conseguirlas ¿un tanto contradictorio e irónico no? 

Lo anterior es solo una muestra del daño que podemos causarnos a nosotros mismos si no estamos en control de los niveles de ansiedad que provocan las preocupaciones.  Mi amigo ahora lo comprende y espero en Dios que tenga el tiempo suficiente para replantear su vida y sus pensamientos dominantes, y así poder recuperar su salud por completo.


Superar las
Preocupaciones

                                                      


(Un extracto del libro: “Maximice su Potencial Mediante el Poder de su Mente Subconsciente para Superar El miedo y las preocupaciones”, de Joseph Murphy)    

Las preocupaciones prolongadas restan vitalidad, entusiasmo y energía y le dejan malparado a nivel físico y mental.  Los curanderos señalan que las preocupaciones crónicas son una causa subyacente de numerosas enfermedades como el asma, las alergias, los problemas cardíacos, la hipertensión y muchos otros trastornos demasiado numerosos como para mencionarlos.

La mente preocupada se encuentra confusa y dividida y piensa, sin rumbo fijo, muchas cosas que no son verdad.  La preocupación, en realidad, se debe a la indolencia, la pereza, la apatía y la indiferencia, ya que, cuando se despierta, no tiene que pensar en este tipo de pensamientos.  Puede pensar en la armonía, la paz, la belleza, el comportamiento correcto, el amor y la comprensión.  Puede reemplazar el pensamiento negativo por uno constructivo.

Su problema está en su mente.  Usted desea algo, cuya consecución podría resolver su problema; pero cuando se fija en las condiciones y las circunstancias tal y como son, acude un pensamiento negativo a la mente y su deseo está en conflicto con su miedo.  Su preocupación es la aceptación, por parte de su mente, de las condiciones negativas. 

Dese cuenta de que su deseo es el don de Dios.  Dios es el espíritu Vivo que hay en su interior.  Le está diciendo que ascienda a mayor altura en la vida.  También que no existe ningún poder que pueda retar a Dios, el Espíritu Vivo que hay en su interior.  Solo hay un poder (no dos, ni tres, ni cuatro).  Ese poder se mueve en forma de una unidad, de armonía y de paz: en él no hay divisiones ni trifulcas.

Cuando las preocupaciones acudan a su mente, recuérdese a sí mismo que la Inteligencia Infinita está haciendo que su deseo, su ideal, su plan o su propósito pasen al orden Divino.  Eso es reemplazar el pensamiento negativo.  Siga con esa actitud mental y saldrá el sol y se desvanecerán las sombras.

Después de una de mis conferencias, uno de los asistentes me pidió consejo.  Había estado preocupado por su salud, pero después de una revisión médica completa, su médico le había dicho que, físicamente, no tenía nada malo, pero que estaba sufriendo ansiedad y neurosis.  Neurosis es una palabra refinada para definir la preocupación constante.  Y la palabra preocupación, cuando se traduce su raíz original, significa “estrangular, ahogar”, que era lo que ese hombre se estaba haciendo a sí mismo.

Me dijo que estaba constantemente preocupado por el dinero, su negocio y el futuro.  Su visión del éxito y la prosperidad estaba desbaratada por su preocupación crónica, que consumía su energía.  Siempre se sentía cansado y deprimido.

Le sugerí unas sesiones tranquilas consigo mismo tres o cuatro veces al día y que manifestara solemnemente que el Todo poderoso le había proporcionado inspiración y esperanza y que todo lo que necesitaba era sintonizar con el Infinito y permitir que la armonía, la paz y el amor del Infinito se desplazaran a través de él…Le dije que se afirmara a sí mismo:

Dios, o la Sabiduría Suprema, me dio este deseo.  El Poder Todopoderoso está dentro de mí y me permite ser, hacer y tener.  Esta Sabiduría y este Poder del Todopoderoso me respaldan y me permiten llevar a cabo mis objetivos.  Pienso en la Sabiduría y en el Poder del Todopoderoso regular y sistemáticamente.  Y ya no pienso en los obstáculos, las demoras, los impedimentos y el fracaso.  Sé que pensar constantemente de esta manera aumenta mi fe y mi confianza e incremente mi fuerza y mi aplomo, ya que Dios no nos ha dado el espíritu del miedo, sino el del poder, el del amor y el de una mente sana.

 Un tiempo después, me escribió diciéndome que seguía haciendo esto regular y sistemáticamente.  Estas verdades penetraron en su mente consciente y el cerebro envió estas vibraciones curativas a todo su organismo.  Pasaron a su mente subconsciente y, al igual que una penicilina espiritual, destruyeron las bacterias de las preocupaciones, el miedo, la ansiedad y todos esos pensamientos negativos.

Al cabo de un mes, alcanzó esa conciencia de la fuerza, el poder y la inteligencia que fueron implantados por lo Divino en el momento de su nacimiento.  Venció a sus preocupaciones al tomar parte en la medicina espiritual de la sabiduría Suprema y de la Inteligencia Infinita encerrada en las profundidades del subconsciente.


Nos vemos en la próxima entrada…


viernes, 28 de julio de 2017



Un abrazo a todos mis lectores.

Quiero compartir contigo mi gran emoción al saber que “Emprender Con Autoayuda” está llegando a muchos lugares alrededor del mundo, todo gracias a la magia de internet.

Tremenda sorpresa me he llevado al comprobar que nos siguen en países como Rusia, Francia, Ucrania, Alemania y Filipinas; reconozco que cuando inicié este blog creí que solo tendríamos oportunidad con los pueblos de habla hispana pero, para mi buena suerte, estaba equivocado.

Ahora me toca continuar con mi trabajo de darte contenido de valor, algo que pudiera ser el detonante para que surjan cosas maravillosas en tu vida.  Por eso me tomo tan en serio mi labor de escoger cada palabra, cada frase, cada historia que te transmito, porque sé que de alguna manera influirán en ti y es mi deseo que sea de manera positiva.

Comencemos…



Las caídas solo nos harán más fuertes

En español existe el dicho “Lo que no mata engorda”, refiriéndose a que si vas a ingerir algo de dudosa calidad,  si de todos modos lo vas a consumir, es mejor pensar que te hará bien.   

En inglés hay una frase muy parecida a la anterior What doesn't kill you makes you stronger, que traducido al español quedaría más o menos de la siguiente manera: “Lo que no te mata te hace más fuerte”.  Una frase por demás poderosa a considerar en cuanto a las cosas negativas que nos suceden y la actitud con que debemos enfrentarlas.

A veces gastamos demasiada energía enfocándonos en el ¿Por qué?, ¿Por qué me pasa esto justo cuando todo estaba marchando tan bien?, ¿Por qué a mí, si yo he hecho las cosas de forma correcta?, ¿Por qué tengo que empezar de nuevo?

Si nos cerramos a este arquetipo de pensamiento nunca vamos a avanzar, estaremos dando vueltas en un mismo pie y eso no nos lleva a ningún lado, solo refuerza el estado negativo en que nos encontramos y con el tiempo hasta podríamos caer en estados depresivos. 

Debemos aceptar el hecho de que ya no se puede cambiar el pasado, pero sí podemos cambiar nuestra percepción de los sucesos ocurridos, hurgando en ellos hasta encontrar la lección de vida que seguramente nos enseña.

Acepta tu pasado como el maestro que es y agradece la oportunidad de crecimiento que te permite.  Recuerda que el edificio más alto se construye principiando en sus cimientos, tu pasado son esos cimientos sobre los que construyes tu carácter; esos cimientos serán tan fuertes como el enfoque que le des a lo sucedido, “sácale provecho” y no te lamentes más.

Si bien es cierto que ya no podemos cambiar el pasado, sí podemos moldear nuestro futuro con los pensamientos que elegimos y las acciones que tomamos en el presenteUno de los pensamientos más productivos que podemos administrar en nuestras vidas es el de tratar de encontrar el lado positivo, la gran enseñanza en todo lo que nos ocurre, de ahí la diferencia entre el éxito y el fracaso.



¡La gran promesa del dinero y libertad financiera!



Tengo buenos amigos que fueron seducidos (yo mismo he sido víctima alguna vez) con la promesa de obtener grandes réditos  a cambio de invertir tiempo y dinero en determinado proyecto de negocio, pero que al final lo único que encontraron fue la total decepción y terminaron con un muy mal sabor de boca.
                                                                               
Conozco una persona que acaba de pasar por una situación bastante decepcionante en esa clase de negocio.  Estuvo alrededor de un año trabajando duro e invirtiendo su dinero sin  mayores beneficios, aunque seguía al pie de la letra todo lo que “la fórmula secreta” le decía que hiciera para triunfar.

Confiando en la promesa de obtener un ingreso pasivo de por vida, puso todas sus esperanzas en un sistema que, según le dijeron, le conduciría hacia la independencia financiera. 

Se convirtió en todo un personaje dentro de su organización, un joven que sobresalía en todo lo que hacía, admirado y querido por muchos; un verdadero ejemplo a seguir, sin embargo, encontró obstáculos insalvables que lo llevarían a renunciar inevitablemente.  

Lo que quiero resaltar aquí es el hecho de mantener siempre una actitud positiva ante cualquier circunstancia de la vida y, mi amigo, de quien omito su nombre por respeto, lo está haciendo muy bien.  Está enfrentando lo que pasó como todo un ganador y ahora está centrando todos sus esfuerzos en nuevos proyectos que, seguramente, le darán muy buenos resultados.

La experiencia adquirida lo hizo más fuerte, pues asimiló todo lo ocurrido de la mejor manera.  Entendió que “la vida es un proceso de crecimiento continuo en el cual, a veces, debemos  fracasar para aprender y así estar mejor preparados para los verdaderos retos que nos esperan”.  



Palabras del autor:

Gracias a todos los que me siguen en mis publicaciones. Espero que saques el mayor provecho de estas sencillas líneas que, como siempre, tienen dedicatoria especial para ti. 

Emprender con Autoayuda ha sido creado para tratar de inspirar a quienes están en el “estado” de búsqueda continua, donde mejorar nuestra calidad de vida se convierte en el santo grial de ésta nuestra cruzada.

Bendiciones…


Nos vemos en la próxima entrada…


miércoles, 12 de julio de 2017

Bienvenidos a esta nueva entrada.

Querido lector, espero que todo esté marchando de maravilla con tu vida.  Que el éxito, salud y abundancia te persigan de manera constante en tu peregrinar por este mundo.  

Recuerda que el universo siempre estará conspirando a tu favor si se lo permites, por ello debes poner en práctica el poder de la fe en todo lo que emprendas.

Deja que el cúmulo de tus experiencias, aunque no sean todas positivas, sirvan para fortalecer tu espíritu.  Piensa en ellas como una oportunidad para crecer y estar mejor preparado para enfrentar el siguiente desafío. Porque, te lo garantizo, siempre habrá algo nuevo, algo más por resolver, que te va a poner a prueba. 

En esta entrega te dejo con el desenlace de la historia del titiritero y su personaje Le Mium el Temerario, la cual resumiré en las siguientes líneas para tu deleite.

Comencemos…

Gozando las mieles de la conquista

El espectáculo estaba siendo todo un éxito en cada lugar que se presentaba. La gente llenaba la sala al tope sin siquiera reparar en el costo de la entrada con tal de ver al célebre Le Mium el temerario; cuando llegaban a los pueblos más grandes tenían que permanecer ahí por varias semanas, pues había mucha demanda por presenciar el evento.

Las ganancias no se hicieron esperar, había dinero fluyendo de manera constante y en cantidades nada despreciables.  Ahora sus deteriorados atuendos habían sido cambiados por ropas finas y elegantes, además, lucían llamativas joyas en manos y cuello, convirtiéndose así en todos unos personajes. 

La vieja carreta que los trasladaba de ciudad en ciudad había sido sustituida por un suntuoso carruaje adornado con  llamativos artificios, que captaban toda la atención de los transeúntes a su paso. El noble borrico que se encargó de halarla por tantos años fue vendido por unas cuantas monedas, para ser reemplazado por dos hermosos caballos que marchaban con gracia y elegancia al son del vaivén del camino.

Buen vino y una mesa repleta de suculentos manjares, no podían faltar en las celebraciones nocturnas de nuestros galanes, siempre en compañía de amigos y una que otra bella dama que engalanaba la noche con su encantadora  presencia.  ¡Nuevas amistades, fama, fortuna!, se podía decir que habían alcanzado el éxito más allá de sus previas apreciaciones.


¡Pagarían un precio demasiado alto!

“La envidia se deslizaba como serpiente al acecho buscando en la mente débil la presa perfecta para
Inocular su mortífero veneno”.


Con el tiempo aquella rutina de largos viajes, presentaciones, festejos nocturnos y desvelos comenzaron a pasar factura.  Los excesos en su nueva forma de vivir hicieron que descuidaran lo que con tanto esfuerzo y dedicación habían construido; fue entonces cuando todo empezó a tomar un rumbo distinto a lo planeado.

El veneno de la envidia tomaba por sorpresa a Renato (su ayudante), pues veía como el maestro titiritero se quedaba con la mayor parte de las ganancias y eso para nada le agradaba porque, según su lógica de pensamiento, sería justo que todo se repartiera por la mitad.  Se le había olvidado que fue gracias a la creatividad del maestro que todo había surgido, cuando él no fue más que un simple espectador en todo el asunto.

Comenzó a llegar tarde a las presentaciones y hacía su trabajo de mala gana, lo que ponía al maestro de muy mal genio y eso desencadenaba una serie de acontecimientos que resultaban en detrimento de la calidad de la presentación; hubo  un par de ocasiones en las que el público estaba tan molesto que fueron abucheados y sacados a fuerza de empujones del recinto, una escena bastante vergonzosa y desconsoladora.

Pero el maestro tampoco se quedaba rezagado en cometer errores, las promesas incumplidas por su parte también eran causa del malestar en Renato, aunque en ningún momento lo hizo con la intención de engañar, simplemente había sido presa de la emoción del momento; bebía mucho además y tenía romances en cada ciudad a la que arribaban, lo que hacía que su atención ya no estuviera centrada en su trabajo sino en cosas improductivas que poco a poco le llevarían al fracaso.

Tiempo después Renato decidió partir en busca de nuevos horizontes, las diferencias entre él y su maestro se habían vuelto tan irreconciliables que ya no valía la pena seguir intentándolo, pero el daño ya estaba hechoFue sustituido por un principiante, carente de talento en el manejo de las marionetas, con lo que se cerraba el círculo para la desgracia ¡la caída de la puesta en escena era inminente!

Cada vez eran menos las personas que asistían a los eventos y, a pesar que el costo por entrada había sido rebajado considerablemente desde hacía mucho, a duras penas llenaban el recito a la mitad.

El dinero empezó a escasear haciéndose casi imposible seguir manteniendo el pomposo estilo de vida al que se habían acostumbrado.  El suntuoso carruaje y su pareja de esbeltos caballos fueron los primeros en ser rematados para cubrir algunas deudas; con el resto de dinero apenas alcanzó para comprar una vieja carreta halada por un larguirucho borrico, estaban otra vez como al principio. 

Las ropas modestas fueron de nuevo el uniforme del titiritero y su ayudante, quienes ya no portaban ni siquiera una baratija en su cuerpo como adorno, pues todas las joyas tuvieron que ser vendidas para subsistir.

Con el paso del tiempo el espectáculo de Le Mium el Temerario  solo era un recuerdo en el corazón del público que le aclamó con fervor.  Aquellas glorias del pasado jamás volvieron para el maestro titiritero, quien no tuvo otra opción que regresar a su ciudad natal donde permaneció hasta el final de sus días.

De Renato se supo muy poco.  Algunos aseguran que se instaló en un pueblo del este, donde contrajo matrimonio y formó una numerosa familia, convirtiéndose además en un hombre adinerado e influyente. 

Conclusión:

Mis queridos amigos, considero que esta historia nos deja una enseñanza más que evidente acerca de cómo las empresas más grandes y hermosas de la vida pueden terminar en el fracaso, gracias a la falta de auto control y al materialismo desmedido de nuestros días.

Dejarse dominar por el sentimiento de la envidia es una de las situaciones más vergonzosas a las que podría quedar expuesto el hombre que carece de amor y nobleza en su corazón, por eso debe hacerse un trabajo constante de autoanálisis para no caer en este tipo de bajezas. 

Cualquier exceso en nuestra forma de vivir no puede traernos más que desgracia y sufrimiento a futuro, por eso debemos comportarnos en todo momento y no dejarnos llevar por la emoción.

Nos vemos pronto…