jueves, 12 de enero de 2017



INTRODUCCIÓN

Con el advenimiento de un nuevo año escuchamos de amigos, familiares, o de nosotros mismos, las clásicas promesas de: “este año comenzaré a hacer ejercicio para perder peso”; “me desharé de algunos malos hábitos”; “buscaré un nuevo empleo”; “continuaré mis estudios universitarios”; “comenzaré mi propio negocio”; “voy a viajar por el mundo”.  Desafortunadamente, conforme va transcurriendo el nuevo año se va quedando todo en “promesas” que nunca llegamos a cumplir, entonces posponemos todo para el año siguiente, y el siguiente, y el siguiente, sin nunca llegar a concretar nada. 

¿Por qué no logro cumplir mis metas?

¡Cuidado!, no te quedes a medio camino


Conforme pasan los años caemos presa de la frustración al sentir que nos hemos rezagado en la vida.  Tal vez percibimos que hemos avanzado demasiado poco, o demasiado lento con relación a la velocidad que quisiéramos; podría ser que llegáramos a la conclusión de  que estamos en el camino equivocado y sin poder hallar la salida.  Todo lo anterior se convierte en una carga muy pesada de llevar, limitando así el aprovechamiento de muchas oportunidades para mejorar. 

Muy a menudo tratamos de excusarnos culpando a los demás por nuestra situación actual; culpamos al gobierno, a la situación económica, aducimos que es por falta de oportunidades, porque no disponemos de tiempo y de dinero, ¡bla, bla, bla!  En realidad aquí los únicos responsables de lo que nos pasa somos nosotros, por culpa de nuestra falta de interés y compromiso con nosotros mismos.  En el momento en que reconocemos estas debilidades es cuando nuestras vidas empezarán a cambiar.

Normalmente sentimos admiración por aquellos que hacen que las cosas sucedan” y comenzamos a cuestionarnos acerca de nuestras propias capacidades: ¿Será que el logro está reservado solo para personas con la mejor formación académica y que gozan de un alto porcentaje de “IQ”?  ¿Acaso solo es para aquellos nacidos en cuna de oro? ¿O se necesita de ciertas habilidades innatas que nosotros mismos no poseemos?   Valdría la pena plantearnos mejor ésta pregunta: ¿Será que quienes “lo logran” es porque piensan y  hacen las cosas de manera diferente a nosotros? 

A continuación nos enfocaremos en un método sencillo y eficaz que nos ayudará a materializar nuestras metas y objetivos en el tiempo; los resultados dependerán de qué tan comprometidos estemos con lo que deseamos alcanzar.


El gran secreto para alcanzar mis metas



Una de las principales limitantes para no alcanzar nuestras metas es que no las tenemos lo suficientemente claras y definidas, por eso no nos sentimos lo suficientemente comprometidos con ellas. Debemos primero “clarificar nuestras metas” haciéndolo por escrito, estableciéndolas en orden de prioridad para su realización, porque no podemos cumplirlas todas al mismo tiempo.

Podemos iniciar haciendo un listado de unas cuantas cosas que quisiéramos cambiar o mejorar, como por ejemplo: 

Quiero adelgazar
Cambiar de trabajo
Viajar por el mundo
Dejar de beber/fumar
Continuar mis estudios universitarios
Comenzar mi negocio propio
Acercarme más a Dios
Tener casa propia
Dedicar más tiempo a mi familia
Ya no gritarles a mis hijos

Ahora debemos establecer el orden de prioridad para cada una de las cosas que deseamos alcanzar en esta lista pero, para efectos de orden y facilitarnos el trabajo, primero vamos a subdividirla en categorías.
Podemos utilizar las siguientes:

Salud
Quiero adelgazar,
Dejar de beber/fumar

Trabajo
Cambiar de trabajo

Educación
Continuar mis estudios universitarios

Vivienda
Tener casa propia

Familia
Dedicar más tiempo a mi familia
Ya no gritarles a mis hijos

Espiritualidad
Acercarme más a Dios

Recreación
Viajar por el mundo

Emprendimiento
Comenzar mi negocio propio

Lo que tenemos en este momento es un simple listado de cosas que quisiéramos mejorar, ordenadas por categorías, pero que todavía no podemos llamarles “metas” como tales, pues carecen de ciertos atributos indispensables para su correcta redacción; por eso  considero muy importante primero encontrar una definición práctica de Meta”, como la que sigue a continuación.

La mejor definición de Meta



Existen bastantes definiciones acerca del significado de los términos metas y objetivos”, y muchos autores difieren en este sentido; algunos aseveran que las metas son a largo plazo y los objetivos a corto plazo, otros afirman lo contrario. Yo siempre he pensado en las metas “como los hitos que se deben ir alcanzando en el camino hacia la consecución de los objetivos”, en otras palabras, estoy de acuerdo con quienes sostienen que los objetivos son más a largo plazo que las metas.   

Sencillamente, una meta es algo que pretendemos conseguir para nuestro beneficio; el de nuestra familia; el del equipo o grupo de trabajo; el de la sociedad en su conjunto, y que al concretarla sentiremos gran satisfacción. 

Lo que nos motiva primordialmente a la consecución de una meta es la certeza, o por lo menos la esperanza de que obtendremos la justa y merecida recompensa por el esfuerzo realizado; eso es lo que nos mueve a emprender la acción y hacer los sacrificios necesarios.  No está demás aclarar que la recompensa anhelada puede ser de índole material, espiritual, psicológica, de amor hacia la humanidad, etc.; dependerá de las aspiraciones de cada individuo.

Dentro de los atributos clave que debe contener nuestra definición de meta están:


 Debe ser clara,
 Enfocada en los resultados,
     Debe ser medible,
       Observable
       Y alcanzable (debe ser realista)


¡Estén pendientes!

Continúa en la siguiente entrega…

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