INTRODUCCIÓN
Con el advenimiento de un
nuevo año escuchamos de amigos, familiares, o de nosotros mismos, las clásicas
promesas de: “este año comenzaré a hacer ejercicio para perder peso”; “me
desharé de algunos malos hábitos”; “buscaré un nuevo empleo”; “continuaré mis
estudios universitarios”; “comenzaré mi propio negocio”; “voy a viajar por el
mundo”. Desafortunadamente, conforme va
transcurriendo el nuevo año se va quedando todo en “promesas” que nunca llegamos a cumplir, entonces posponemos
todo para el año siguiente, y el siguiente, y el siguiente, sin nunca llegar a
concretar nada.
¿Por qué no logro cumplir mis metas?
¡Cuidado!, no te quedes a medio camino |
Conforme pasan los años caemos
presa de la frustración al sentir que nos hemos rezagado en la vida. Tal vez percibimos que hemos avanzado
demasiado poco, o demasiado lento con relación a la velocidad que quisiéramos;
podría ser que llegáramos a la conclusión de que estamos en el camino equivocado y sin poder
hallar la salida. Todo lo anterior se
convierte en una carga muy pesada de llevar, limitando así el aprovechamiento
de muchas oportunidades para mejorar.
Muy a menudo tratamos de
excusarnos culpando a los demás por nuestra situación actual; culpamos al
gobierno, a la situación económica, aducimos que es por falta de oportunidades,
porque no disponemos de tiempo y de dinero, ¡bla,
bla, bla! En realidad aquí los únicos responsables de lo que nos pasa somos nosotros, por
culpa de nuestra falta de interés y compromiso con nosotros mismos. En el momento en que reconocemos estas
debilidades es cuando nuestras vidas empezarán a cambiar.
Normalmente sentimos
admiración por “aquellos que hacen que las cosas sucedan” y comenzamos a
cuestionarnos acerca de nuestras propias capacidades: ¿Será que el logro está reservado solo para personas con la mejor
formación académica y que gozan de un alto porcentaje de “IQ”? ¿Acaso solo es para aquellos nacidos en cuna
de oro? ¿O se necesita de ciertas habilidades innatas que nosotros mismos no
poseemos? Valdría la pena plantearnos
mejor ésta pregunta: ¿Será que quienes “lo logran” es porque piensan y hacen las cosas de manera diferente a nosotros?
A continuación nos
enfocaremos en un método sencillo y eficaz que nos ayudará a materializar nuestras
metas y objetivos en el tiempo; los resultados dependerán de qué tan
comprometidos estemos con lo que deseamos alcanzar.
El gran secreto
para alcanzar mis metas
Una de las principales limitantes para no alcanzar nuestras metas es que
no las tenemos lo suficientemente claras
y definidas, por eso no nos
sentimos lo suficientemente comprometidos con ellas. Debemos primero “clarificar nuestras metas” haciéndolo por escrito, estableciéndolas
en orden de prioridad para su realización, porque no podemos cumplirlas todas
al mismo tiempo.
Podemos iniciar haciendo un listado de unas cuantas cosas que
quisiéramos cambiar o mejorar, como por ejemplo:
Quiero adelgazar
Cambiar de trabajo
Viajar por el mundo
Dejar de beber/fumar
Continuar mis estudios universitarios
Comenzar mi negocio propio
Acercarme más a Dios
Tener casa propia
Dedicar más tiempo a mi familia
Ya no gritarles a mis hijos
Ahora debemos establecer el orden de prioridad para cada una de las
cosas que deseamos alcanzar en esta lista pero, para efectos de orden y facilitarnos
el trabajo, primero vamos a subdividirla en categorías.
Podemos utilizar las siguientes:
Salud
Quiero adelgazar,
Dejar de beber/fumar
Trabajo
Cambiar de trabajo
Educación
Continuar mis estudios universitarios
Vivienda
Tener casa propia
Familia
Dedicar más tiempo a mi familia
Ya no gritarles a mis hijos
Espiritualidad
Acercarme más a Dios
Recreación
Viajar por el mundo
Emprendimiento
Comenzar mi negocio propio
Lo que tenemos en este momento es un simple listado de cosas que
quisiéramos mejorar, ordenadas por categorías, pero que todavía no podemos
llamarles “metas” como tales, pues carecen de ciertos atributos indispensables
para su correcta redacción; por eso considero
muy importante primero encontrar una definición práctica de “Meta”,
como la que sigue a continuación.
La mejor definición de
Meta
Existen bastantes
definiciones acerca del significado de los términos “metas y objetivos”, y muchos
autores difieren en este sentido; algunos
aseveran que las metas son a largo plazo y los objetivos a corto plazo, otros
afirman lo contrario. Yo siempre he pensado en las
metas “como los hitos
que se deben ir alcanzando en el camino hacia la consecución de los objetivos”,
en otras palabras, estoy de acuerdo con quienes sostienen que los objetivos son
más a largo plazo que las metas.
Sencillamente,
una meta es algo que pretendemos conseguir
para nuestro beneficio; el de nuestra familia; el del equipo o grupo de trabajo;
el de la sociedad en su conjunto, y que al concretarla sentiremos gran
satisfacción.
Lo que nos motiva
primordialmente a la consecución de una meta es la certeza, o por lo menos la
esperanza de que obtendremos la justa y merecida recompensa por el esfuerzo realizado;
eso es lo que nos mueve a emprender la acción y hacer los sacrificios
necesarios. No está demás aclarar que la
recompensa anhelada puede ser de índole material, espiritual, psicológica, de
amor hacia la humanidad, etc.; dependerá de las aspiraciones de cada individuo.
Dentro de los atributos clave
que debe contener nuestra definición de meta están:
Debe ser clara,
Enfocada en los resultados,
Debe ser medible,
Observable
Y alcanzable (debe ser realista)
¡Estén
pendientes!
Continúa en la
siguiente entrega…
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