miércoles, 18 de enero de 2017



INTRODUCCIÓN

Queridos seguidores de este blog de emprendimiento y autoayuda, agradezco infinitamente su amable preferencia.  Nuevamente les doy la más cordial de las bienvenidas.

En la entrada anterior dimos inicio a lo que podríamos definir como un curso rápido, cuya finalidad es ayudarnos en la correcta formulación y definición de metas personales.

Antes de entrar de lleno a nuestro tema de hoy te invito a que tomes papel y lápiz.  Es importante que primero hagas tu propio listado de “cosas que quiero mejorar/alcanzar en mi vida” subdividiéndolas en categorías, siguiendo las recomendaciones contenidas en la entrada anterior; para fines prácticos es aconsejable que tu listado no exceda de cinco cosas, pues te será muy difícil cumplir demasiadas metas al mismo tiempo.

Puedes utilizar el listado de categorías que dejé como ejemplo si así lo deseas.  Lo importante es que juntos vayamos dando forma a tu propio listado de  metas personales y hagamos que se conviertan en “enunciados poderosos para alcanzar”.

Comencemos…


¡Clara, Enfocada en los resultados, Medible, Observable, y Alcanzable!

En camino hacia el logro de mis metas

Estos son los atributos indispensables que debería contener cualquier definición de meta, de lo contrario no estaría bien redactada y carecería de sustancia.

Con estos atributos en mente podemos guiarnos en el planteamiento de  cualquier meta que deseemos alcanzar.  Si lo hacemos de la manera correcta desde el principio ya habremos recorrido una buena parte del camino.



La meta debe ser clara y por escrito


Si tu meta es clara y  por escrito
vas por buen camino. 
La meta debe ser directa, sencilla de interpretar y dirigida a corregir una situación con la que estamos insatisfechos en el presente, dejando por escrito cómo se pretende llegar a los resultados deseados.
No te imaginas la importancia que tiene escribir tus metas en papel.  El efecto psicológico es enorme y es más efectivo si las escribes a mano, “de tu puño y letra”. 

Al hacerlo todo por escrito tu mente se sentirá más comprometida, pues asume que lo que pretendes lograr es en realidad muy importante para ti, entonces hará su mejor esfuerzo para ayudarte.

Escribir nuestras metas evita que las perdamos de vista, ya que están ahí todo el tiempo para su consulta a manera de retroalimentación.

La primera categoría que aparece en el listado que hicimos en la entrada anterior es “Salud”.  La utilizaremos como ejemplo en el ejercicio que sigue a continuación.

 Salud
Quiero adelgazar,
Dejar de beber/fumar

Podemos ver que la oración “Quiero adelgazar” no nos dice mucho.  Ni siquiera nos motiva a la acción.  Simplemente es una oración planteada vagamente, sin sustancia; iremos mejorándola poco a poco conforme avanzamos en lo ejemplos.

Lo correcto es siempre iniciar la oración con un verbo, algo que nos mueva a la acción.  Por ejemplo, sería mejor si iniciamos la oración de la manera siguiente:

“Voy a adelgazar…”

Si te fijas en la oración anterior ya se incluye un verbo más poderoso en su inicio: “Voy”; desde el principio estamos dejando bien claro quién es la persona que debe llevar a cabo la acción (en este caso “yo”), lo que hace que me sienta más comprometido con “mi meta” desde el principio.


Enfocada en los resultados

Una meta para que realmente lo sea debe estar orientada a los resultados.
Si tu meta apunta al logro de reslutados ¡Felicidades!
En el caso del enunciado “Voy a adelgazar” lo primero que necesito es saber cuántas libras debo perder para estar delgado, porque tengo que ser muy específico en los resultados que pretendo alcanzar; en este caso debería investigar primero cuál sería mi peso ideal consultándolo con el médico o con la tabla respectiva. 

Para este ejercicio vamos a suponer que tengo 20 libras de sobre peso, por lo tanto debo bajar 20 libras para estar en mi peso ideal.  

La manera correcta para redactar esta meta quedaría de la siguiente manera:

 “Voy a Perder 20 libras de Peso…

Como puedes ver nuestra meta va tomando forma poco a poco.  En este punto ya hemos dejado muy claro el resultado que pretendemos alcanzar: “Perder 20 libras de peso”.


La meta debe ser medible y observable


Ninguna meta estará completa si no se define un plazo prudente para alcanzarla, de lo contrario corremos el riesgo de posponerla demasiado; puede ser que se nos pierda de vista y la olvidemos por completo si no definimos un plazo.  Dependiendo de la naturaleza de nuestra meta puede que nos tome días, semanas, meses, o un par de años el alcanzarla.


Continúa en la siguiente entrada…

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