miércoles, 29 de marzo de 2017



Hola.

Hoy hablaremos del Arte de la Persuasión.  Adentrémonos en este artículo y analicemos con detalle de qué se trata eso de ser persuasivo, cómo lo podemos utilizar en nuestro beneficio, pero sin aprovecharnos de la buena voluntad de los demás.


¿Persuasión = Manipulación?


Manipular es entonces…

De ningún modo pretendo confundir al lector con éste título. No quiero dar a entender que la manipulación es siempre algo negativo, aunque existen personas con gran poder de convencimiento que hacen mal uso de ésta para sus propios fines.

Por ejemplo, la manipulación psicológica es utilizada en beneficio del paciente.  A través de utilizar ciertas técnicas de reprogramación de la mente te pueden ayudar a sanar de algún trauma, salir de algún estado  depresivo, o sencillamente para hacerte entrar en razón cuando estás errado y/o tienes un comportamiento autodestructivo.

Tú también manipulas tu mente cuando te repites frases, utilizas imágenes, escuchas audios, para darte ánimo ante las dificultades o para cambiar tu sistema actual de creencias por otras más beneficiosas.

Por otra parte, está el manipulador mal intencionado que con sus argumentos pretende nublar el buen juicio de la persona y su capacidad de análisis con tal de lograr su cometido.  A éste no le interesan los demás, únicamente está centrado en su propio beneficio en detrimento de quien sea.  

Lo anterior riñe por completo con la moral y con lo que Dios nos manda. Las personas que utilizan la manipulación de esta manera estarán destinadas al fracaso. “Recuerda que la mala fama corre como la pólvora y, tarde o temprano, tu forma de actuar te pasará la factura”.

Por ejemplo, los medios noticiosos también hacen uso de la manipulación de manera negativa.  A veces nos entregan información sesgada para beneficiar su rating  (o para servir a intereses oscuros), valiéndose de su posición de poder como medios de comunicación acreditados.  Esto es muy reprochable y es una bajeza, poniendo en entre dicho  la confianza y la credibilidad depositada en ellos por parte de su público.


¿Y Cómo me convierto en un buen persuasor?


Persuadir "es convencer a la otra parte" exponiendo de manera franca y con argumentos reales los beneficios que se tendrían al elegir nuestra propuesta, o seguir nuestro consejo.  Mis intenciones deben ser en todo momento transparentes y orientadas al beneficio mutuo si quiero ser correcto en mi proceder y establecer relaciones duraderas con los demás.

En el famoso audio libro de “El Arte de La Persuasión”, Jim Rohn se refiera a la persuasión como una técnica de convencimiento que utilizan las personas sofisticadas para hacer valer sus argumentos, sin necesidad de llegar a la exageración.

Todo lo que muestro a continuación está basado en lo que presenta ese gran audio libro, el cual recomiendo ampliamente.


Diferencia entre presentación y persuasión

Jim Rohn resalta la diferencia entre presentación y persuasión con relación a las ventas, aduciendo que la presentación únicamente consiste en hacer la descripción de lo que estoy ofreciendo, pero que de ninguna manera dicha presentación será efectiva si no se concreta la venta.

Tú puedes ser una persona muy elocuente y tener una gran capacidad para mostrar las ventajas de tu producto ante el público, pero ahí no termina todo.  Habrás sido persuasivo solo si en realidad ocurren cosas luego de tu presentación.  Si la gente está comprando entonces habrás convencido, de lo contrario no existe ningún mérito en el hecho de haber realizado una gran presentación; aquí de lo que se trata es de obtener “resultados”.


Una muy buena técnica de persuasión es la de contar historias

Convertirte en narrador de tus propias historias es también ser el mejor estudiante de tu propia vida, lo que complementa tus habilidades de comunicación y aumenta las probabilidades de obtener el resultado deseado.  Se trata de hacer más valioso tu pasado al invertirlo en el futuro.

Conmover con tus propias historias o las historias de otros es una manera muy efectiva de llegar al corazón de las personas.  Para esto tus historias deben tener sustancia, y serán más impactantes cuando estén basadas en hechos de la vida real comprobables.


Utilizar hechos precisos

Tratar con la verdad es algo en lo que debemos ser muy cuidadosos, porque si utilizamos argumentos falsos para intentar convencer y somos descubiertos en ese intento, será muy difícil que vuelvan a creer en nosotros.

La sofisticación es la ausencia total de exageración. La persona sofisticada no necesita exagerar para convencer con sus argumentos.

He aquí lo que llamamos exageración: “el intento infantil de compensar por la falta de autoestima”. 

La persona que se siente inadecuada, con mayor frecuencia tenderá a exagerar para compensar con números lo que le falta en carácter, lo que le falta en sustancia, o lo que le falta en confianza propia.  En este caso siempre será mejor utilizar una declaración exageradamente modesta que una declaración exagerada”.


Conclusión del autor del blog.

Hablar con la verdad es lo que nos hará exitosos a la hora de tratar de  convencer con nuestros argumentos.  Ten en cuenta que los demás conectarán más fácil con personas reales, que digan las cosas de frente y como son, por ello nunca trates de aparentar lo que no eres.  En estos tiempos solo los niños pequeños creen en los superhéroes de los comics, por lo demás solo harías el ridículo.  

La mejor historia que tu público querrá escuchar es aquella que hable acerca de “Gente común haciendo los esfuerzos más increíbles por alcanzar sus sueños”.


Nos vemos la próxima semana…


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